Apenas cuenta con una década de antigüedad, pero aun así, el vuelo lunar se ha convertido en uno de los deportes espectáculo favoritos del público a lo largo y ancho de nuestro planeta. Los torneos de la colonia lunar de Michaelis son seguidos anualmente por cientos de millones de espectadores en todo el planeta, y muchos reconocen ya que este evento deportivo se ha convertido en uno de los principales motores del turismo lunar en los últimos años.

Era, pues, cuestión de tiempo que el vuelo lunar obtuviese un reconocimiento por parte del Comité Olímpico Internacional, y finalmente ha ocurrido. El COI acaba de informar de la inclusión de este deporte en su lista de deportes olímpicos, y su portavoz, Helen Olmers, ha llegado a sugerir que podría estar presente en los Juegos Olímpicos de Nairobi dentro de dos años.

Cuesta trabajo imaginar cómo podría practicarse un deporte que precisa entornos de baja gravedad en una sede olímpica terrestre. Cabe la posibilidad de que las pruebas de vuelo lunar se retransmitan directamente desde la Luna, pero también se rumorea que hay interés por parte del COI en promover estadios de baja gravedad artificial en la Tierra. Detrás de esta iniciativa podría encontrarse la multinacional deportiva Kine, que busca nuevas oportunidades de expansión derivadas del auge de las colonias orbitales, marcianas y lunares.