Fuentes de la Unión Africana anunciaron ayer a última hora la localización en el océano Índico de los restos del transbordador de carga Barsoom, que explotó doce segundos después de su despegue el pasado martes. En el accidente fallecieron los cinco ocupantes de la nave, tres mujeres y dos hombres, todos ellos miembros de la corporación Discovery, especializada en transporte interplanetario.

Fuentes de la corporación han confirmado la información facilitada por el portavoz de la UA y han explicado que «dadas las circunstancias de la tragedia, es prácticamente imposible recuperar los cadáveres de los tripulantes». En una rueda de prensa virtual celebrada hoy a las 10:30, el portavoz de la empresa, William McLoud, ha afirmado que todas las hipótesis sobre las causas del siniestro siguen abiertas, incluida la del sabotaje. En su respuesta a una periodista mexicana, McLoud ha llegado incluso a insinuar que esta última hipótesis va cobrando fuerza a medida que pasan los días, aunque no ha querido pronunciarse acerca de la posible autoría del atroz atentado.